MANUEL TREVIÑO VILLA
Texto leído en el homenaje ofrecido al Muy Ilustre Hermano Manuel Treviño en el cementerio civil de Madrid con ocasión del Seminario de Maestros de la Federación celebrado en esa ciudad el mes de abril de 2014
Queridos Hermanos y Hermanas, invitados, familiares, Dignidades
Hoy recordamos al Muy Ilustre Hermano Manuel Treviño y Villa. Queremos perpetuar su figura y exteriorizar el caso que todavía hoy, 75 años después, no está cerrado y en paz; ya que partió al Oriente Eterno de una manera trágica consecuencia de una elección de conciencia, que nos atañe.
El Muy Ilustre Hermano Manuel nace en Madrid en 1865, hijo de Antonio y Raimunda, y muere fusilado el 17 de diciembre de 1939, junto a su hija Amelia Treviño Pérez.
El Muy Ilustre Hermano Manuel Treviño, considerado un gran orientalista y egiptólogo español de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, funda el 8 de mayo de 1893, la Rama de Madrid de la Sociedad Teosófica, junto con otros personajes; y es, a su muerte, en 1939, un referente de la Sociedad Teosófica en España. Entre sus responsabilidades en la Sociedad Teosófica se cuenta la de secretario adjunto de la Rama de Madrid. En 1928 Manuel Treviño es elegido como “organizador nacional” de la orden, máximo responsable de la sociedad en España. Y es considerado uno de los teósofos españoles más activos de las décadas de los veinte y los treinta del siglo XX, sobre todo durante su etapa como director de la revista teosófica Sophia, publicada en Madrid a partir de 1893. También colabora, asiduamente, con artículos, en la Revista Teosófica El Loto Blanco.
Entre sus muchos escritos, el Muy Ilustre Hermano Manue Treviño, publica, en una Separata de Sophia, en abril de 1914, la disertación Tolerancia; y entre otros, en 1920, el trabajo – conferencia: Valor de la teosofía en la autoeducación, donde defiende la extensión de la educación y aboga firmemente por que esta ha de ”despertar en nosotros la facultad del Espíritu, hacernos capaces para sentir los grandes ideales, a vivirlos en nuestras mentes, a realizarlos en nuestros actos”.
Como traductor de textos teosóficos, trabaja y publica entre otros La Doctrina Secreta de Blavatsky, en 1891, y en 1902, La Magia egipcia y la raza futura de S. S. D. D. (Elizabeth Farr) y Edwards B. Lytton.
Cabe señalar, que dentro del teosofismo español coexisten, en los años anteriores a la Guerra Civil, dos opciones filosóficas encabezadas por Roso de Luna y por Manuel Treviño, o “entre los seguidores de la vía devocional, llamados místicos y los partidarios de la vía racional, o intelectuales”
En el terreno profesional y académico está considerado un egiptólogo eminente y es autor algunos de los primeros estudios eruditos sobre jeroglíficos en España. Entre otros trabajos, publica en Madrid en 1902, La Escritura Egipcia y en 1909, el reconocido y afamado trabajo Misceláneas egiptológicas; la escritura egipcia y su transcripción castellana, en caracteres neo-latinos. Con la Guerra Civil y su muerte, quedó inconcluso el proyecto de traducir al español los textos alquímicos greco-egipcios editados por Marceli Berthelot; y textualmente “llevar a la práctica algunas de sus formulas para poder comentar los resultados”.
El Muy Ilustre Hermano Manue Treviño es iniciado en la Respetable Logia Libertad núm. 40 del Oriente Lusitano Unido, a los 17 años; donde también, en su momento, recibe su aumento de salario a Compañero. Es exaltado al grado de Maestro Masón en París en la Respetable Logia núm. 55 de Le Droit Humain, el 14 de marzo de 1920. El 1 de septiembre de este mismo año recibe también en París, el grado 4º y el de Past-Master, bajo los auspicios de Le Droit Humain. Con el tiempo avanza en el camino iniciático y accede a los grados que confiere la Orden, hasta el Grado 33.
El establecimiento de nuestra Orden en España comienza en 1915, con la creación de un triángulo en Madrid, con el nombre de San Albano, que posteriormente será Logia en 1924. El principal promotor en esa época es el Manuel Treviño, que con el apoyo de hermanos del Gran Oriente Español, extiende la Masonería Mixta por el Estado. Los Hnos.•. Manuel Treviño, Julio Garrido y Luís Velázquez Valdivieso, constituyen en Valladolid un triángulo de la O.M.M.I. Le Droit Humain-El Derecho Humano, en 1919, dependiente de la Respetable Logia núm. 55 de París. Con posterioridad, junto a los MM. II. HH. Julio Garijo y Mateo Hernández Barroso, funda la Jurisdicción Española de El Derecho Humano, del que es Representante del Supremo Consejo.
Publica el trabajo Francmasonería, en Madrid en la colección: Biblioteca Catón. Y colabora activamente en la revista Vida Masónica, publicada en Madrid entre 1926 y 1932; donde podemos encontrar numerosos escritos de este M. I. Hno. y de otros pioneros de El Derecho Humano en España.
Sobre su persona, se puede leer en cartas privadas entre masones o entre teósofos que actúa con la madurez de todo un maestro: receptivo, discreto, paciente, siempre en actitud generosa.
El 17 de diciembre de 1939, el M. I. Hno. Manuel con 74 años, es fusilado, en Madrid, junto a su hija Amelia de 22. Él es sacado de la cárcel de Porlier y ella de la de Ventas.
La realidad de estas muertes, para nuestra época, es asombrosa. Según una carta del teósofo y masón Mario Roso de Luna, la hija del M. I. Hno. Manuel, al entrar los Nacionales en Madrid, conoce y tiene por novio a un individuo que pertenece a la Falange. Por una indiscreción de Amelia, se desencadena la tragedia, como en tantos y tantos ejemplos de esa época. A Amelia se le fue la lengua revelando que su padre era teósofo y masón. Así de sencillo y así de grave. Padre e hija acabaron detenidos y ajusticiados.
No es juzgado y sí condenado a muerte por pertenecer a la Sociedad Teosófica, a la Masonería, y ser un personaje público del mundo académico no posicionado claramente, al lado del nuevo régimen. Entre otros delitos, en un informe oficial de 1946, se manifiesta que había pertenecido al Supremo Consejo de Grado 33 de la Masonería y que era, literalmente, … rojísimo y mala persona en todos los conceptos.
En cartas de la época, consta que en el momento que se reencontraron delante el pelotón de fusilamiento, el M. I. Hno. Manuel, reconfortó a su hija mostrándole su perdón.
Con su muerte, quisieron romper y eliminar, por la fuerza, la primera Federación Española de la O.M.M.I. El D.H., anterior a la Guerra Civil, fusilando a uno de sus primeros Hnos. que había sido Representante del Supremo Consejo.
Después de asesinarlo, el Franquismo, todavía se ceba más sobre este Hno.•., por cuanto el mismísimo Franco, por motivos propagandísticos, calumnia a nuestro Hno. y a su hija, acusándolos de orquestar un complot perfectamente organizado para el asesinato del falangista, justificando, así, su triste final. Eso lo leemos en el libro Masonería de 1952, producto de diferentes artículos firmados desde 1946, por Franco, con seudónimo J. Boor.
Esta persecución y ensañamiento, incluso después de asesinado, tiene su cumbre en el intento de abrir un proceso criminal contra él, es decir juzgarlo. En el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca, figura Sumario 30 – 46 contra Manuel Treviño y Villa por delito de Masonería. Dicho Sumario del año 1946, es sobreseído dado que Manuel ya había sido ejecutado en 1939 y, paradojas de nuestro Estado, no existiendo partida de defunción, es clasificado, y todavía hoy es catalogado junto a su hija, como presunto Fallecido, por los mismos que lo fusilaron.
En el Archivo de Salamanca, además del Sumario 30 – 46, existen más expedientes con el nombre de nuestro M. I. Hno., en la Sección Político – Social: uno en Masonería (- A, 117 / 10) y otros dos en la de Teosofía (Teosofía, 31/ 1317 y Teosofía caja 63, 64 / 3960-I). A parte aparece en varias fotografias sobre Masonería y Teosofía custodiadas en este Archivo.
Sus restos mortales, junto con los de su hija descansan, discretamente, en una fosa del Cementerio de la Almudena o del Este de Madrid, sin lápida, sólo tierra. Todavía hoy, nosotros, sus Hnos. y Hnas., no hemos podido colocar una lápida al M. I. Hno. Manuel y a su hija, ”por motivos burocráticos”. Al final, piensas que los de siempre, siguen haciendo lo único que saben hacer: prevalecer y acallar al que piensa diferente.
En la Tenida Fúnebre que el Espacio Masónico de España, celebró en Madrid en marzo de 2012, la Hna.•. Luz Colombine, leyó una plancha donde entresacó palabras del M. I. Hno. Manuel Teviño, sobre la Tolerancia.
Él escribió: “¿Podrá progresar la Humanidad si continua rindiendo culto a la personalidad dejándose atar por los prejuicios y procediendo con intolerancia? Ciertamente los días que se acercan no serán de luz y Paz, si nos aferramos a lo ilusorio o si adormecemos nuestra mente no queriendo ver e indagar.
Acordémonos siempre que nuestra consigna es la Paz; nuestro objetivo es la Verdad, y nuestro medio la Tolerancia.” (Manuel Treviño y Villa.- Conferencia sobre la Tolerancia.-octubre de 1912 y publicado en 1914).
Leyendo sus artículos en las revistas mencionadas, su correspondencia con teósofos y masones, sus publicaciones privadas y profesionales y lo que otros hermanos escriben sobre él; pienso que el camino que debemos abrir al redescubrir al M. I. H. Manuel Treviño y Villa, no puede quedar por recorrer. Es parte de nuestro legado. Sus escritos, opiniones y conocimientos han de llegar hasta nosotros, tanto como un fruto de su época como un referente en la nuestra, ya que tengo por seguro que la frescura de sus escritos no nos puede dejar indiferentes una vez conocidos.
Gracias a personajes como el M. I. Hno. Manuel Teviño, de las diversas obediencias que existen hoy en España, El Derecho Humano es la primera en unir a la mujer y al hombre en el quehacer masónico y la única que pervive de la época de esplendor intelectual que luego se revestiría de sufrimiento, oscuridad y vergüenza con la Guerra Civil y la represión.
He dicho.
P. G. P.