Desde su fundación en 1893, la Orden Masónica Mixta Internacional "El Derecho Humano" (OMMIDH) ha llevado en su esencia un fuerte compromiso con la internacionalidad. Su carácter global responde a la convicción de que los valores de igualdad, fraternidad y libertad trascienden las fronteras y unen a la humanidad en un propósito común. La internacionalidad permite que la Orden actúe como un puente entre distintas culturas y sociedades, fomentando el entendimiento mutuo y la cooperación entre sus miembros en todo el mundo.
La presencia de la OMMIDH en más de 60 países demuestra su firme vocación de integración global. En un mundo donde los conflictos a menudo surgen de diferencias nacionales, religiosas o ideológicas, la internacionalidad de la Orden simboliza la capacidad del ser humano de encontrar puntos en común más allá de sus diferencias. Cada logia, sin importar su ubicación, trabaja bajo los mismos principios fundamentales, lo que fortalece el sentido de unidad y propósito compartido.
Este principio no solo amplía la visión de sus miembros, sino que también permite que la Orden adapte su labor a las realidades sociales y políticas de cada país donde está presente. La internacionalidad de "El Derecho Humano" no impone un modelo único, sino que fomenta la cooperación entre naciones, respetando sus particularidades y necesidades. Así, el trabajo masónico trasciende lo local y se convierte en una fuerza transformadora a nivel global.
Además, la internacionalidad permite compartir experiencias y aprendizajes entre distintas culturas, enriqueciendo el pensamiento y la acción de la Orden. A través del intercambio de ideas y la colaboración en proyectos comunes, los miembros pueden desarrollar soluciones más justas y equitativas a los desafíos que enfrenta la humanidad. La OMMIDH actúa como una red de apoyo y conocimiento que trasciende las barreras geográficas, fortaleciendo el progreso de la sociedad en su conjunto.
En un contexto mundial donde el individualismo y la fragmentación social son cada vez más evidentes, el principio de internacionalidad cobra aún mayor relevancia. La OMMIDH se erige como un espacio donde las diferencias se convierten en una fuente de enriquecimiento mutuo y donde el compromiso con la humanidad se expresa en acciones concretas de solidaridad y cooperación. Su labor demuestra que el verdadero progreso no entiende de fronteras y que la hermandad universal es la clave para un futuro más justo y equitativo.
En definitiva, la internacionalidad de la Orden Masónica Mixta Internacional "El Derecho Humano" es una manifestación de su vocación universalista y de su compromiso con el desarrollo de una humanidad unida por valores comunes. En un mundo donde las divisiones siguen siendo un obstáculo para la paz y la justicia, la Orden sigue apostando por un modelo de fraternidad global basado en la cooperación, el respeto y la igualdad de todos los seres humanos.