“In Memoriam”
En recuerdo del M∴ I∴ y M∴ Q∴ H∴ Antonio Ceruelo Caro, M∴S∴G∴C∴, Gran Maestre Adjunto, de honor, “ad vitam”, de la O∴M∴M∴I∴ “LE DROIT HUMAIN”
Es una tarea difícil sintetizar, por la emoción y los sentimientos que nos embargan, al tener que escribir una apología sobre un difunto, porque lleva implícito que ya no está entre nosotros, que lo único que nos queda de esa persona, por muy querida, respetada y resolutiva que hubiese sido, a lo largo de su vida o durante una determinada etapa, es su recuerdo, pero, sobre todo, es una tarea dura para quienes, aún, permanecemos en este plano, pues, nos hace recordar que la muerte es una realidad que, aunque cuesta aceptarla, todos debemos afrontarla y nos obliga a reflexionar sobre lo efímero que es nuestro paso por el mismo y que, por muy “importante, necesario e influyente” que se haya sido o, así, se haya considerado, nadie somos imprescindibles. La vida continua.
Prescindiendo, para no ser reiterativo, del protocolo correspondiente a todos los honores que, merecidamente, se le reconocieron, hoy, a través de estas breves líneas, vamos a tratar de recordar, parcamente, aquel su tiempo de “Trabajos constructivos” y ver al M∴ Q∴ H∴ Antonio como la persona que fue, dentro de la Federación Española y su posterior proyección internacional como miembro del Supremo Consejo de la Orden Masónica Mixta Internacional “LE DROIT HUMAIN”.
Durante su permanencia entre nosotros, por su especial idiosincrasia, no se puede decir que fuera una persona que se distinguiera, precisamente, por pasar desapercibida, de una manera natural, voluntaria o involuntariamente. Más bien, al contrario, su arrolladora personalidad, su proceder fuerte y dominante, le hacía destacar allá donde estuviere. De carácter vehemente y autoritario, se hizo notar, en masonería, a través de su personalidad, dedicación y persistencia.
Características, éstas, que conllevaron a que, en determinadas esferas, circunstancias o situaciones, sus opiniones, actuaciones o decisiones, llegasen a ser controvertidas, aunque esto es consustancial a todo ser humano, lo que nunca fue óbice para que su trabajo, dedicación y asesoramiento, fueran reconocidos, a nivel internacional.
Sin embargo, acostumbrado, en vida, a ser el centro de las miradas, recabando y atrayendo la atención de sus interlocutores, tras varios años de luchar, infructuosamente, contra una grave y larga enfermedad que le afectó al corazón y le iba consumiendo, poco a poco, eligió dar el paso definitivo hacia el Oriente Eterno, de forma discreta, silenciosa y alejado de multitudes; únicamente, rodeado y velado por sus más íntimos, en un momento en que no podía, por las circunstancias, ser acompañado, ni honrado o reconocido; en pleno confinamiento por la pandemia que, aún hoy, está asolando a la humanidad y que, por razones sanitarias, nos impidió poder concentrarnos, en torno a él para darle nuestro último adiós y acompañarle en su despedida hacia un nuevo renacer, razón por la cual, a pesar de haber transcurrido casi dos años desde su óbito, hoy, se le quiere hacer un reconocimiento especial a la labor realizada, su trayectoria masónica y su innegable, absoluta y eficaz dedicación al Supremo Consejo, tanto dentro como fuera de él.
Todo final es un nuevo comienzo. La muerte, es vida y, cual Maestro Hiram que renace en cada masón, deteniéndonos a observar, únicamente, el buen quehacer del M∴ Q∴ H∴ Antonio, es un buen ejemplo a seguir para que, quienes vemos la masonería como un camino de perfeccionamiento, pongamos, en ello, todas nuestras fuerzas, ilusiones y potencialidades, a fin de ser capaces de transmitir, fielmente, el ideal masónico a quienes nos sucedan.
Haciendo un ligero recorrido por la extensa, intensa y prolífica vida masónica del M∴Q∴H∴ Antonio, podemos ver que, desde sus inicios en la Federación Española de LE DROIT HUMAIN, siempre desarrolló un papel determinante. Desde un principio, él tenía muy claro cuál debía ser y quería que fuera su papel en la Orden y sus objetivos a conseguir.
Persona capaz de asumir retos, hizo suyo el de tratar de convertir la Jurisdicción Española en Federación y tras ser elegido para el cargo de presidente de la misma, trabajó, incansablemente, hasta que se pudo hacer realidad, debiéndosele reconocer como el gran impulsor, alentador y artífice de dicho logro.
Una vez iniciado su camino de asunción y desempeño de responsabilidades, éste ya no se detuvo. Prosiguiendo la labor iniciada, una vez alcanzado el objetivo de transformar la Jurisdicción Española en Federación, con este nuevo estatus, continuó al frente de esta última, como Presidente, para ser designado, posteriormente y, siguiendo su lógica evolución, M∴P∴G∴C∴ y R∴S∴C∴ para la Federación Española, como miembro del Supremo Consejo de la Orden, con el que colaboró estrechamente y dadas sus peculiares características de personalidad, reconocimiento, capacidades, disponibilidad y predisposición para relacionarse con los demás, fue comisionado por éste para impulsar el incipiente crecimiento y consolidación de la Orden en América Latina donde ha quedado un profundo testimonio de su gran labor.
Su dedicación y compromiso con la Orden era tal que llegó a ser designado vicepresidente del Supremo Consejo, Gran Maestre Adjunto y, a la finalización de su mandato, se le reconoció como Gran Maestre Adjunto, de Honor, “ad vitam”.
En el aspecto de reconocimientos, el 23/04/2016, a propuesta del Consejo de la Federación Española, de aquel momento, se le concedió la primera y, hasta ahora, única, Medalla de la Federación Española, según reza en el acta del Consejo “por los muchos méritos que concurren en la persona del M∴I∴H∴ Antonio Ceruelo Caro, apoyo y pilar de la Federación Española de la O∴M∴M∴I∴ “LE DROIT HUMAIN” – EL DERECHO HUMANO, por su esfuerzo y trabajo dedicado a nuestra Orden, contribuyendo al renacimiento de la Federación Española”.
Para finalizar, se podría decir que, por donde pasó, dejó huella. Él vivirá mientras seamos capaces de mantener vivo su recuerdo en nosotros, pero, lo importante es que cada quien nos quedemos con el mejor recuerdo que tengamos de él y que sea esto lo que perdure en nuestra memoria, obviando todo lo demás.
Que allá donde se encuentre, halle la tan ansiada paz y descanso que todos buscamos y nos merecemos.
He dicho.
M∴P∴G∴C∴, R∴S∴C∴ para la Federación Española
O∴M∴M∴I∴ LE DROIT HUMAIN – «El Derecho Humano»
Cénit de París, a 26 de septiembre de 2021 (E∴V∴)
Joaquín M. López Carrillo (33º)
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