Podemos decir que nos encaminamos al momento histórico más opaco a nuestra divisa: Libertad, Igualdad y Fraternidad. Una sociedad en la que los derechos de reunión y protesta son mermados, la libertad de la mujer a decidir sobre su maternidad restringida, la educación y sanidad públicas acosadas; la clases populares forzadas a pagar unas deudas que le son ajenas. En el horizonte se intuye una sociedad asustada y empobrecida, pasto de la intransigencia y la ignorancia, contraria al proyecto ilustrado que buscaba crear seres humanos educados, ajenos al fanatismo y libres de la agresión generada por la ambición desmedida y destructiva, que en estos tiempo llamamos Mercados.

La sociedad civil ha de reaccionar, defender sus derechos, defender la justicia social, base para construir una sociedad democrática y participativa.

La Masonería Liberal, en su aspiración a formar hombres y mujeres libres de toda tutela, quiere expresar su repulsa al asedio que sufre el estado de bienestar y las libertades civiles, su firme y tenaz voluntad de trabajar por el proyecto ilustrado de ciudadanía, única vía para que los seres humanos sean más libres, iguales y solidarios.