Internacional

DSCN1800La cuestión del origen de la Masonería es algo compleja, pudiendo incluir varias contestaciones. Se dan unos orígenes míticos o simbólicos tanto en la organización de los Iniciados Egipcios, de los constructores del Templo de Salomón en Jerusalén, de los Misterios de Eleusis, etc. Aparte de estas teorías, solo se puede asegurar históricamente que la Masonería actual surge de las ideas de la Ilustración, el Humanismo y el Arte Real practicado por los constructores medievales.

El simbolismo del obrero libre en un mundo dominado por el criterio feudal del vasallaje era algo más que el material, simbolizaba el compromiso que cada participe de la obra aceptaba mediante la reflexión personal. De esta manera, mientras los Iniciados eran conscientes del significado profundo de palabras y símbolos, el mundo en el que se movían solía quedarse sólo con el aspecto externo de la cuestión. Para explicar mejor esta diferencia nos sirve el ejemplo de los alquimistas: estos afirmaban poder convertir el plomo en oro mediante una maravillosa piedra que decían poseer, la piedra filosofal. Mientras que la sociedad solía entender esta piedra como algo real y mágico, los Iniciados simbolizaban con ella la Sabiduría, capaz de transformar la energía humana básica en fuerza constructiva, tanto en lo espiritual como en lo material.

El arte de construir grandes obras inició un decaimiento progresivo, y al inicio del siglo XVIII apenas permanece un sentido de labor filosófica y de ayuda mutua entre los francmasones.

El 24 de junio de 1717 se reúnen unos masones de Londres para formar la primera gran logia. Se puede decir que la primera división en Masonería nace en el mismo instante que se creó el primer gran cuerpo masónico, la Gran Logia de Londres. A esta, calificada por sus detractores como de los Modernos, al poco tiempo se le opuso otra Gran Logia, autodenominada de los Antiguos, que proclamaba que ellos eran los que realizaban la verdadera y “antigua” Masonería. Los Modernos y Antiguos crearon las dos líneas simbólicas de las cuales parten la mayoría de los ritos actuales en Europa. De los Modernos parte el Rito Francés, el Rito Escocés Rectificado y el Rito de Memphis Misraim; de los Antiguos, el Escocés, York y Emulación (nacido éste tras la fusión en 1814 de las Grandes Logias de los Antiguos y Modernos como pretendida unión de las dos líneas surgidas en 1717).

Años más tarde, al entrar la civilización en la era positivista, vendría otra gran bifurcación en el árbol que es la Masonería, tras la decisión del Gran Oriente de Bélgica, y luego del francés, de abolir la obligatoriedad de abrir los trabajos masónicos a la gloria del Gran Arquitecto del Universo. Esta fractura ha supuesto el alejamiento de la Masonería anglosajona con una parte de la de Europa Continental y es la que divide, actualmente la Masonería entre Regulares (ortodoxos) y Liberales (adogmáticos).

La tercera y última ramificación vivida en la Masonería la protagonizó la Orden Masónica Mixta Internacional El Derecho Humano, desde el momento de su creación en 1893 instaurando la igualdad de los dos sexos, permitiendo así la convivencia de hombres y mujeres en logia, dando pie a la creación de logias mixtas.